No pensaba yo que al entrar a trabajar a un sitio como Mcdonald´s,donde lo único que has de hacer para complacer al cliente es servirle lo que te pide, iba a tener más problemas...
El otro día, al mediodía, diez minutos antes de que se acabara mi turno, entro un señor, el cual empezó a pedirme la comida demasiado rápido (no olvidemos que no llevo mucho tiempo trabajando en este lugar y que, todo el mundo se puede equivocar,todos somos humanos)y no me daba tiempo a introducirlo bien en el ordenador (también he utilizado pocos, allá en Guinea no es que se utilizen demasiado)y,por equivocación puse otra cosa diferente a lo que me pedía el hombre,el cual, cuando se dio cuenta del error, ante mi sorpresa y miedo, empezó a gritar: "¡maldita negra, ni siquiera eso haceis bien! por favor,quiero que me atienda UNA PERSONA DE VERDAD, alguien más inteligente ".
Yo abandoné mi puesto,cogí mis cosas (todavía llevaba puesto el uniforme)y salí hacia la calle corriendo y llorando dejando a mis espaldas muchas caras de compasión e indiferencia (las que más daño hacen la verdad),mezcladas con alguna de asco hacia el hombre.
En la calle me miraba todo el mundo,ahora sí me sentía observada.
Cómo echo de menos a mi familia Dios mío,pero es mejor no contarles nada,bastante tienen ellos allí ya,les diré que estoy muy feliz y asunto arreglado.
La sociedad es muchas veces la que no nos deja equivocarnos y si venimos de una parte distinta a la sociedad en la que te encuentras, menos te permite y menos te tolera"pero todos tenemos el derecho de equivocarnos.Como dijo Charles Chaplin:"Me gustan mis errores no quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme"
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